Apple acaba de presentar los nuevos iPhone 11 Pro y iPhone 11 Pro Max, justo después de mostrarnos el nuevo iPhone 11. La pareja será la encargada de llevar al terminal de la manzana a nuevas cotas de sofisticación e innovación. La compañía ha puesto el foco en varias mejoras y novedades, entre las que destacan el nuevo sistema de triple cámara trasera, un Face ID mejorado y el nuevo procesador A13 que rige todo lo que sucede en los equipos.
Apple llevaba una década escuchando «¡Qué viene el lobo!» cada vez que estrenaba un nuevo iPhone. Los augurios de fracaso se repetían cada otoño, al tiempo que la competencia lograba impresionar con alguna innovación que llegaba antes a los terminales con Android. Pero cada invierno, la compañía de la manzana anunciaba unos beneficios aún mayores, espoleados por el éxito de ventas de sus smartphones. Así fue hasta que a principios de 2019 Apple reconoció unas ventas de sus nuevos iPhone menores de lo esperado y puso en marcha un plan renove para impulsarlas.
En el año transcurrido desde la presentación del iPhone XS, los rivales han reforzado su oferta con modelos como el Google Pixel 3 y el Huawei P30 Pro —cuyas cámaras superan a las del iPhone en algunas pruebas fotográficas concretas—, o el Samsung Galaxy S10, con innovaciones en su diseño que han sido muy bien recibidas y con un modelo ya compatible con redes 5G. Por primera vez, Apple se enfrenta al mismo tiempo a la necesidad de recuperar el pulso en ventas y en liderazgo tecnológico.